En la primera jornada de receso, el multicampeón Lance Armstrong abrió la posibilidad de volver a correr en 2010. Una relación de amor-odio que parece no tener final
El Tour de France y Lance Armstrong son de los más parecido a una pareja que se odia y ama a la vez: ninguno puede vivir sin el otro, y probablemente por eso los organizadores recibirán también en 2010 al controvertido texano con los brazos abiertos.
"Quizás un Tour más", dijo Armstrong anoche, antes de encarar en Limoges el primer día de descanso. El próximo año el veterano corredor quiere volver con un nuevo equipo y ya sin el gran rival, el español Alberto Contador, en sus filas.
"Todo este revuelo en torno a él me pone bastante nervioso. Pero cada uno recibe el ciclismo que se merece", dijo el jefe de Cofidis, Eric Boyer, aludiendo a la organización del Tour ASO. "Él utiliza el Tour para sus propios fines", añadió Boyer.
Pese a los seis positivos por EPO (eritropoietina) en controles retroactivos del Tour 2005 que siguen echando sombras sobre Armstrong, caería en un error aquel que pensara que el norteamericano renunció a su octavo triunfo en la máxima prueba del ciclismo mundial. "Si se me ofreciera un tercer puesto en París no lo aceptaría", dijo Armstrong a la televisión francesa.
Mientras tanto, Contador parece haber encontrado la tranquilidad que ni tenía al inicio del Tour. Hoy, tocado con una gorra de béisbol y relajado, el español aseguró que la tensión entre las dos figuras del Astana no es tanta como se imagina.
"Comemos juntos, nos sentamos juntos a una mesa y tampoco hay problemas en el autobús", dijo el español, que cree que hay fuertes intereses mediáticos que llevan a inflar las diferencias entre él y Armstrong.
A los corredores de la "nueva generación" en el equipo alemán Milram les trae sin cuidado el incansable Armstrong, que en septiembre cumplirá 38 años. "Si quiere volver a confirmarse deportivamente en Francia, que lo haga", dijo la esperanza alemana Linus Gerdemann.
Y las perspectivas para 2010 son buenas para Armstrong. Su patrocinador Nike y su Fundación de lucha contra el cáncer "Livestrong" podrían ser los nuevos patrocinadores de un "equipo Armstrong" bajo la dirección de Johan Bruyneel. Los corredores del actual equipo Astana, Levi Leipheimer y Jaroslav Popovich, no dudarían en seguirlo a la nueva escuadra.